El film da cuenta de los últimos días de Gabriela Liffschitz, escritora y fotógrafa que se sometió a una mastectomía después de que se le diagnosticara un cáncer de mama; fue justamente este evento el que dispararía el período más creativo de su vida. Poco después de la operación publicó un libro de autorretratos desnuda, sin apelar a la cirugía reconstructiva. En palabras de Gabriela, “Mientras esté viva no estoy muerta, y en tanto no esté muerta seguiré viviendo”.

Dar espacio a una realidad, exponiendo cómo para la sociedad de hoy, las cuestiones superficiales muchas veces terminan siendo más importantes que las cuestiones reales.